jueves, 16 de septiembre de 2010

Microcuentos (XVII)


Se hace saber: Que los microcuentos se actualizarán los jueves de la 1ª y 3ª semana de mes. Avisados quedan. Gracias a mis seguidores, se que están ahí. Y les aprecio mucho por ello.


El patito feo.
Siempre fue el más feo de su clase. Todos le daban de lado. Pero era inteligente, y creativo. Se dedicaba a hacer experimentos de química en su garaje, cada vez con mejores resultados. Hizo un experimento de explosión controlada que ganó el primer premio en la feria de la escuela. Pero su situación no cambió. En mitad del baile de graduación de ese año, con todos los alumnos presentes, decidió que había que acabar con el cuento de una vez, y activó la bomba.

Detalles
Durante años, a base de pequeños detalles, intentó ganarse su atención. Los años de escuela pasaron siendo buenos amigos, pero nada más. Muchos anos años mas tarde, en la reunión de antiguos alumnos, descubrió que siempre ella siempre le había querido, pero tenía un trastorno de atención. Ella siempre se preguntó porque él no hacía el primer movimiento.

Alienígenas
Llegaron de naves de formas extrañas. Eran poderosos. Podían curar las enfermedades, matar a distancia. Eran sabios. Tenían conocimientos nuevos, máquinas extrañas, conceptos difíciles de entender. El caníbal decidió que tampoco sabían tan diferentes a otros hombres. Un poco más blandos, eso sí. También se preguntó quién o qué era "Jesús Salvador".

Arrepentimiento
Cuando el insigne estadista fue enterrado en un grandioso funeral de Estado, un querido amigo abrió un sobre con la gran reflexión que había dejado al mundo, para ser leída cuando muriese. Tras colocarse bien las gafas y aclarase la garganta, consiguió decir:
- A la chica de la calle Vega, numero 27. Tenía que haberte dicho que te quería.

Ensueño dirigido.
Después de un día genial y una noche mejor, ella le confió mientras hablaban al amanecer:
- Ayer estaba paseando por la calle, y vi un cartel anunciando un concierto. Volví a mirarlo un poco más tarde y el cartel había cambiado. Entonces me di cuenta de que estaba en un sueño, y que había conseguido no despertarme. Llevé el sueño en la dirección que más me apetecía, y la realidad cambiaba a mi antojo. Decidí cumplir todos mis deseos.
Él sonrió comprensivo y la abrazó un poco más. Su tacto era maravilloso, y olía muy bien.
- ¿Y que hiciste cuando despertaste?
- Todavía sigo dormida, amor...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Microcuentos (XVI)

Después de las vacaciones de verano, volvemos. Disculpen los perdones y perdonen las disculpas.

Juan Sin Miedo.
Juan nunca le tuvo miedo a nada.

Se enfrentó a ogros, brujas, fantasmas. Liberó a princesas, jugó a cartas con el diablo, domó leones.

Tampoco tuvo miedo cuando un ejército invadió su país. Con una sonrisa y su espada, se enfrentó a ellos.

Juan no tenía miedo, pero no era inmortal.

Tedio
Antes de ella, el tenía un trabajo, una casa, un coche. Sus amigos eran geniales y le apoyaban. Su familia le adoraba. Perros, gatos y bebés saltaban a sus brazos.

Ella siempre había tenido un innegable sex-appeal, encanto y talento natural para el caos.

Todos vieron venir el desastre, incluso ellos mismos, pero no hicieron nada para evitarlo.

Total, la vida anterior era aburrida.

Búsqueda
Llevado por el ansia de encontrarse, reccorrió las llanuras, las montañas, los ríos, los valles, las selvas, las simas profundas, los altos picos.

Mientras preparaba su expedición a la Antártida, se preguntó que buscaba realmente que no tuviera desde el principio.

Conceptos
- Te trataré con ternura - dijo el sádico al masoquista.

Privacidad
El le contó como controlaban los emails. Como gigantescas bases de datos recopilaban información sobre cada persona. Como se podía seguir a una persona de punta a punta de una ciudad a través de las cámaras de tiendas, carreteras, edificios.

- Creo que a pesar de todo, es por nuestra seguridad.

- Eres adorable - sonrió el paranoico.