martes, 9 de octubre de 2007

Microcuentos (X)

Anda algo ajetreada mi vida últimamente, con expectativas de un cambio de trabajo. Mañana habrá de nuevo más, a no ser que hoy, tras ir a la sala Galdós, decida que es mejor que no vuelva a escribir nunca más. Besos a tod@s.

Colegiala
Era angelical, de melena sedosa que caía larga y lacia hasta la cintura. Llevaba una blusa blanca, y una coqueta falda escocesa a cuadros rojos. Le colgaba un móvil rosa de la mano, y tenía la mochila llena de libros y corazones rotos. Mientras miraba por la puerta del metro, inmune a las miradas masculinas de todo el vagón, deseaba que llegara el fin de semana para poder ponerse su ropa gótica y ser, simplemente, una más en el concierto de Dark Metal.

Hermanas
Cuentan que Mnémosine (la memoria),antes de dar a luz a las musas junto a Zeus, tuvo relaciones con Hermes. De él tuvo dos hijas gemelas, Nous (la mente) y Soma (el cuerpo). Hábiles de ingenio como su padre y trabajadoras como su madre, Nous se dedicó al arte y Soma al comercio. Tras pelear por el amor de un mortal, que se suicidó al no poder decidirse a cuál elegir, su hermanamiento trocó en furibunda enemistad. Desde entonces, los banqueros son muy poco dados a la elevación espiritual, y los poetas nunca tienen dinero.

Los tres cerditos
El cerdito menor construyó una carpintería, pero el abogado consiguió cerrarla sin demasiadas dificultades, y se hizo con el negocio. El hermano medio abrió una franquicia, pero el lobo arguyó que no era legal, y lo empantanó en papeleo y burocracia hasta que se rindió. El cerdito mayor fundó un banco, y arruinó al lobo.

Venganza
Era la pesadilla de su profesora, que, en aquel colegio privado y prestigioso, acompañaba a una clase desde el primer curso hasta el último. Era realmente malvado, y sabía que el prestigio de su padre, viudo, le salvaría de cualquier represalia. Una mañana, la maestra le llamó a su despacho. Con sonrisa suave, la docente le comunicó que, a partir de entonces, podía empezar a llamarle "mamá", y que se preocuparía especialmente de su educación. Y el anillo de compromiso brilló en su mano.

Zapatos
Al seleccionar los zapatos, se percató de que el diseño era elegante, pero que seguramente no serían muy cómodos. Al probárselos, comprobó que el color era perfecto para el traje, pero que no eran cómodos. El tacón tenía la altura adecuada para realzar sus piernas, pero definitivamente, sabía que si se los compraba tendría rozaduras. Mientras hacía cola para pagarlos, anotó mentalmente pasar por la farmacia a comprar tiritas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni por la antología de mis peores pecados... no te cambio por nada. Y, sí, los poetas solemos no tener un duro.

zöe riudavets dijo...

Piter, piter!! Que me gustan tus micros y que los echaba de menos!!!!

Anónimo dijo...

Me ha costado elegir el que más me gusta entre Venganza, casi épico por cómo se entrega la vida entera solo por vengarse, y Zapatos, tan previsible que es tierno. Pongo los dos y me libro de que me pase lo que al mortal que no sabía a qué hermana elegir.

Lara dijo...

Vas a seguir escribiendo y mucho más después de pasar por la Galdós y sobre todo cuando encontremos otro sitio mejor, ¿verdad? Un beso muy fuerte, y gracias.

Anónimo dijo...

¿Dejar de escribir? Prueba a dejar de respirar, Peter Buenchico, te resultará mas sencillo.

Un placer actualizar mi percepción una vez mas. Hacía tiempos que no podía darme un sano garbeo por tu "nuncajamás" y casi me alegro de esta ausencia. Encontrar de seguido toda una serie de micros nuevos es darse un festín de ironía.

Espero verte en la Víspera de Difuntos, pero prefiero que traigas contigo a cierto amigo tuyo, aquel maestro de las serpientes de suave verbo y ponzoña lenta. Tengo una danza macabra que representar junto a vosotros. ;)

Peter dijo...

Carmen & Zoe, espero verles pronto, o me pasaré a verles.. seguid siendo fantásticas.

Nán, nos vemos el miércoles en ese lugar conspiratorio descubierto por ti.. tengo ganas de verlo.

Lo del taller me va a costar, Lara, me va a costar.. Como dijo la ratita, coser y callar..., ¡pero hay que mejorar!. Estaré allí.

El amigo irá.. a ver si estás a la altura, señor fate.

Carmen, zoe, nán, lara, y fate... no se merecen ni una de nuestras bellísimas y buenísimas palabras, pero como tengo mucho morro, me las quedo y las archivo en mi (pequeño, eso sí) corazoncito.

LUISA M. dijo...

Hola, Peter:
Es la segunda vez que me dejo caer por tu blog. Pero hoy dediqué más tiempo y he leído algunos de tus textos y tus microcuentos (X), (XI) y (XII). Muy buenos. De este grupo, me han gustado dos especialmente: Los tres cerditos y Venganza.
Volveré por aquí. Y, por favor, no dejes de escribir... aunque lo hagas con menos frecuencia.
Saludos.