Siempre fue el más feo de su clase. Todos le daban de lado. Pero era inteligente, y creativo. Se dedicaba a hacer experimentos de química en su garaje, cada vez con mejores resultados. Hizo un experimento de explosión controlada que ganó el primer premio en la feria de la escuela. Pero su situación no cambió. En mitad del baile de graduación de ese año, con todos los alumnos presentes, decidió que había que acabar con el cuento de una vez, y activó la bomba.
Detalles
Durante años, a base de pequeños detalles, intentó ganarse su atención. Los años de escuela pasaron siendo buenos amigos, pero nada más. Muchos anos años mas tarde, en la reunión de antiguos alumnos, descubrió que siempre ella siempre le había querido, pero tenía un trastorno de atención. Ella siempre se preguntó porque él no hacía el primer movimiento.
Alienígenas
Llegaron de naves de formas extrañas. Eran poderosos. Podían curar las enfermedades, matar a distancia. Eran sabios. Tenían conocimientos nuevos, máquinas extrañas, conceptos difíciles de entender. El caníbal decidió que tampoco sabían tan diferentes a otros hombres. Un poco más blandos, eso sí. También se preguntó quién o qué era "Jesús Salvador".
Arrepentimiento
Cuando el insigne estadista fue enterrado en un grandioso funeral de Estado, un querido amigo abrió un sobre con la gran reflexión que había dejado al mundo, para ser leída cuando muriese. Tras colocarse bien las gafas y aclarase la garganta, consiguió decir:
- A la chica de la calle Vega, numero 27. Tenía que haberte dicho que te quería.
Ensueño dirigido.
Después de un día genial y una noche mejor, ella le confió mientras hablaban al amanecer:
- Ayer estaba paseando por la calle, y vi un cartel anunciando un concierto. Volví a mirarlo un poco más tarde y el cartel había cambiado. Entonces me di cuenta de que estaba en un sueño, y que había conseguido no despertarme. Llevé el sueño en la dirección que más me apetecía, y la realidad cambiaba a mi antojo. Decidí cumplir todos mis deseos.
Él sonrió comprensivo y la abrazó un poco más. Su tacto era maravilloso, y olía muy bien.
- ¿Y que hiciste cuando despertaste?
- Todavía sigo dormida, amor...