miércoles, 16 de mayo de 2007

Yo confieso.. (anónimamente, claro)




Todo el mundo tiene cosas que no quiere que los demás sepan. Ponerlas en alguna parte (un diario, un blog, contárselas borracho a un barman con el que nunca volverás a tropezarte, susurrarlas a un cura en confesión, a un extraño en una estación de autobús..)siempre ha tenido un efecto terapéutico.

A no ser que, como el maldito Rey Midas, te persiga la mala suerte. Después del incidente de convertirlo todo en oro, Midas hizo de juez de música entre Apolo y Pan. Por preferir la flauta de Pan a la Lira de Apolo, el Rey Midas recibió unas hermosas orejas de asno. Las llevaba siempre tapadas, y sólo su peluquero lo sabía. No podía revelarlo bajo pena de muerte. Cansado de portar tal secreto, se fue a orillas de un lago, cavó un agujero, y susurró al agujero que el Rey Midas tenía orejas de asno. Luego tapó el agujero, y se marchó aliviado.

Que del agujero nacieran unos juncos, y al moverlos el viento susurraran al mundo el secreto del Rey Midas, es la mala leche de los dioses o las Fortunas. Todo el reino supo la desgracia del Rey Midas.

Tenemos nuestra propia versión en esta era internetera de virtualidad. El agujero, en inglés, es:

http://confess.ning.com/

Con joyas como:
"i have asked a girl that i cared nothing about to marry me in order to have sex with her"

o

"I'm pregnant with my cousin's baby."

Indican que todo el mundo tiene algún secreto. Quizás cuente alguno mío.. pero desde luego, no hoy.

3 comentarios:

carmen moreno dijo...

¿Para qué contar nuestros secretos? Ni siquiera enterrarlos, ni siquiera mirarlos de lejos... ¿O tal vez sí? ¿Tal vez es necesario deshacernos de todo lo que nos forma?

Peter dijo...

Los secretos se cuentan por dos razones. Por marujeo (Se algo que tu no sabes o fíjate quién lo iba a pensar) o buscando comprensión ( arrepentimiento, búsqueda de un perdón, conocer las causas). Decir secretos alivia, aunque sea a un agujero, porque la mente dice "si se interesara o mirara o tal... yo no estaría mintiendo...) El que confiesa es porque le pesa, y quiere que se sepa, y quitarse el secreto de encima. Cuando alguien t cuenta algún secreto, para que le entiendas, para que le comprendas esos secretas nunca se cuentan, y se guardan bajo siete llaves, pues es un secreto de confianza, de personalidad. Esos son los que, como tu dices, simplemente existen y jamás son conocidos.

Por eso duele tanto que cuenten algo que se ha dicho, realmente, en secreto. Porque es la falta completa de confianza. Ese es el que nos forma, y no se cuenta, y da profundidad a la persona. Superficial aquel que no tenga secretos, aunque no oculte nada.

El que pesa, el que necesita perdón, el que no se puede soportar, ese es el que saldrá del armario, tarde o temprano.

Anónimo dijo...

Bueno, tu me colgaste un mensajito en el blog, y ahora hago yo lo mismo en el tuyo.

Todos tenemos secretos…y ellos dicen mucho de nosotros. Hay veces que dicen mas de nosotros aquellas cosas que no decimos, que las que contamos. En general, cuando cuentas un secreto a alguien suele ser porque el peso que te supone necesitas compartirlo, o porque necesitas a alguien que te escuche. Cuando lo haces buscas a alguien que no te juzgue, que bien puede ser un extraño, cuya opinion y juicio no te importan, o alguien con quien tengas mucha confianza y que sabes que no te va a juzgar. De cualquier manera, el revelar un secreto es traicionar la confianza que alguien ha despositado en ti, algo que nunca se debe hacer..bueno, lo dejo que se me pira, deben ser estas horas...

Me ha gustado el sitio.. Tendre que pasar yo tambien a poner alguno de mis oscuros secretos...